Infruta, asegurando la calidad y condición de la uva de mesa

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En una temporada que estuvo marcada por una prolongada sequía, pero también por esporádicas y severas precipitaciones, que provocaron graves daños productivos, Infruta continuó dando una rápida respuesta a sus clientes en Chile y en todo el mundo, con productos de eficiencia probada en todos los mercados. Ello les permitió finalizar de manera exitosa una campaña complicada, continuando como líderes en el mercado mundial de Generadores de SO2.

Compleja y una de las más difíciles de los últimos años. Así se podría definir la temporada 2020/21 de uva de mesa en Chile, una campaña que ha estado fuertemente marcada por dos situaciones que han marcado la producción nacional, tanto en los rendimientos productivos como en la calidad de la fruta exportada. La primera de ellas es la sequía que afecta a la zona norte y centro del país, que tiene en jaque a la industria. La segunda, relacionada también a un evento climático, fue el fuerte temporal de finales de enero, que dejó grandes precipitaciones y fuertes vientos, ocasionando importantes daños y pérdidas de producción e infraestructura.

Esas severas precipitaciones ocurridas entre el 29 y 31 de enero causaron importantes pérdidas a la industria frutícola del país, afectando a una importante superficie de uva de mesa, ocasionando en algunas zonas perdidas de hasta un 100% de la producción y la destrucción total de algunos parronales que aún tenían fruta por cosechar.

“Los efectos del temporal fueron visibles también en la condición y calidad de la uva que se envió a los diferentes mercados. Debemos poner un énfasis especial en los embarques con destino a Estados Unidos, donde una parte considerable de la fruta sufrió bajas sustanciales en precios y mucha uva tuvo que descartarse por no tener calidad ni condición para la venta. Esto es algo que pudimos observar durante nuestra visita a los puertos de Wilmington, en Delaware y en Holt, en New Jersey, Estados Unidos, en marzo de este año”, explica Ricardo Maldonado, Director Comercial de Infruta.

Pero, ante una campaña complicada como la recién pasada, ¿cómo es posible minimizar los riesgos, para que una fruta llegue en buenas condiciones a los mercados de destino? “La calidad de la materia prima es vital”, afirma Ricardo Maldonado, añadiendo que la fruta debe estar bien terminada, es decir, sin problemas de color, limpias, sin pudriciones que vengan de campo, evitando daños de manipulación y de tijeras durante la cosecha. “El tiempo de cosecha y de embalaje debe ser el más corto posible con el objeto de minimizar la deshidratación y la condición general de la uva. El uso de cobertores plásticos, como capuchas metalizadas caja a caja o cubrepallet son de una gran ayuda para minimizar y disminuir los problemas de deshidratación debido a la demora de las cajas cosechadas de llegar al centro de embalaje”, subraya Maldonado.

LO FUNDAMENTAL DE UNA ADECUADA PROTECCIÓN DE LA UVA DE MESA

La protección de la fruta es fundamental para que esta arribe en óptimas condiciones a los mercados de destino. Sin embargo, se debe realizar de forma correcta. “Para ello, es fundamental reforzar la protección de las uvas cosechadas con el uso de dispositivos generadores de anhídrido sulfuroso estables, que aseguren una concentración adecuada en las cajas desde el minuto uno que se coloca el dispositivo en su interior y durante todo el tiempo necesario, permitiendo de esta forma que las uvas lleguen a destino libres de pudriciones, con buenos escobajos y sin blanqueamiento”, explica el Director Comercial de Infruta.

Actualmente, y en el caso de la industria chilena de uva de mesa, es crucial e imprescindible el uso de Generadores de SO2 que tengan ‘doble fase’. “Se trata de generadores que tienen una ‘fase rápida,’ que actúa de forma inmediata desde el cierre de la caja. Asimismo, tienen una ‘fase lenta’, que funciona durante todo el transporte de las uvas hasta su destino final, y también durante el tiempo que se encuentre en las instalaciones de los importadores y compradores, sobre todo porque en los últimos años ha aumentado enormemente la presión de inóculo de Botrytis en los campos del país”, precisa el Director Comercial.

“Es fundamental reforzar la protección de las uvas cosechadas con el uso de dispositivos generadores de anhídrido sulfuroso estables, que aseguren una concentración adecuada en las cajas desde el minuto uno que se coloca el dispositivo en su interior y durante todo el tiempo necesario, permitiendo de esta forma que las uvas lleguen a destino libres de pudriciones, con buenos escobajos y sin blanqueamiento”, explica el Director Comercial de Infruta.

Para dar una óptima protección a la fruta, y asegurar de que esta se mantendrá en buenas condiciones, Infruta a través de su marca PROTEKU, ofrece dispositivos de anhídrido sulfuroso que permiten que la uva llegue a destino en óptimas condiciones.

“Uno de ellos es el uso de generadores de fondo, especialmente del BPI, que es un generador de fondo de doble fase que actúa rápidamente después del cierre de las cajas. Eso permite una gasificación inmediata, entregando múltiples beneficios durante el transporte y en destino. Además, el uso de generadores de mayor tamaño es de vital importancia, ya que permiten una mejor cobertura logrando que el SO2 alcance todos los rincones de la caja con una concentración adecuada, lo que asegura una protección eficiente de las uvas”, comenta Katerina Maldonado, Gerente de Marketing de Infruta.

Asimismo, Infruta ha desarrollado y fabricado generadores plásticos PROTEKU de Polipropileno Celdillas y Laminados, que son los más usados en la poscosecha de uva de mesa en Chile y también en el resto de países productores. Se trata de generadores que se han posicionado en la industria global de la uva de mesa, gracias a la estabilidad que entregan en la generación de SO2 protegiendo la fruta, y minimizando los daños en esta.

En lo que respecta a la utilización de generadores de SO2, desde Infruta recomiendan que es fundamental hacer un uso adecuado de ellos, considerando la cantidad de sal (metabisulfito de sodio), las barreras del generador y su tamaño. Así, en condiciones de una alta presión del inóculo de Botrytis en las uvas cosechadas, es necesario proteger la uva de manera uniforme en la parte superior e inferior de la caja, para lo cual es indispensable el uso de generadores de fondo, que permitan una distribución equitativa del SO2 en todo el volumen interno de la caja.  Se recomienda al menos un cubrimiento de 70% del área interna de la caja, tanto en el generador de superficie como en el de fondo. De esta manera, logramos que el SO2 llegue a todos los rincones de la caja, especialmente a las esquinas de esta, que es donde generalmente ocurren las pudriciones.

UNA TEMPORADA DESAFIANTE DONDE SE DIO UNA RÁPIDA RESPUESTA A TODOS LOS CLIENTES

“Esta campaña fue bastante desafiante”, afirma Ricardo Maldonado, ya que el principal reto fue cumplir con todos los protocolos Covid y cuidar a los trabajadores de la compañía, entregándoles todos los recursos necesarios, junto con una capacitación permanente. “No tuvimos problemas y pudimos cumplir exitosamente con todos los compromisos asumidos con nuestros clientes, tanto en Chile como en el exterior. Concluimos una temporada muy exitosa, continuando como líderes en el mercado mundial de Generadores de SO2”, subraya el Director Comercial de Infruta.

A fin de responder con rapidez a las necesidades y requerimientos de sus clientes, Infruta ha aumentado su capacidad productiva con la incorporación de maquinaria moderna, de última generación. “Esto ha sido muy importante y necesario, ya que, en tiempos de pandemia, es fundamental agilizar los procesos productivos y hacer más versátil el trabajo, con el objetivo de responder con mayor rapidez a las demandas de los clientes y satisfacer sus necesidades en lo que respecta a la calidad de los productos y las entregas en los plazos requeridos”, precisa Cristian Cortés, Gerente de Operaciones de Infruta. Además, los procesos de operación y gestión han permitido tener sistemas flexibles y eficientes, respondiendo con agilidad a los desafíos del entorno competitivo actual y futuro.

Una vez concluida la temporada 2020/21, ya está en planificación la 2021/22, la cual se presume también será compleja. “Esperamos que no lo sea en términos productivos, pero se pronostica compleja por un aumento del precio de las materias primas y de los fletes marítimos desde y hacia el extranjero y su poca frecuencia. Esto nos lleva a tener que ser más eficientes en nuestras operaciones, de manera de poder seguir siendo competitivos en el mercado”, finaliza Ricardo Maldonado.